Después de diez horas cortando verduras, haciendo sofritos, atendiendo el mango de la freidora, soportando temperaturas de más de cincuenta grados, al atardecer Sofía sacó la basura al patio. Se sintió pequeñita entre las paredes desconchadas y sucias, pero entonces vio el cielo allá arriba, las nubes deshilachadas y encendidas, y alzó una mano.El relato completo está incluido en el volumen Aurora
+ info
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por expresar tu opinión.