En las dos últimas semanas, Lucía sólo ha salido una vez a la calle. Dio un paseo por los alrededores y regresó un poco más triste que antes de salir; le pareció que todo era feo, impersonal y absurdo e intuyó que un paisaje sólo cobra sentido cuando el que lo observa tiene energía.El relato completo está incluido en el volumen Aurora
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