Tras alcanzar la cima, comenzó a pedalear al límite de sus fuerzas y se dejó caer a toda velocidad por la cuesta. Por fin había llegado a una carretera en la que el tráfico de coches era escaso. Tan escaso, que desde hacía varios kilómetros no se había cruzado con ningún vehículo.El relato completo está incluido en el volumen Aurora
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